Héctor Arnulfo Delgado Triana, Economista, Consultor en Gobierno y Desarrollo Local, Unión Iberoamericana de Municipalistas
Es común cada dos años escuchar políticos que en sus discursos reconocen somos la provincia olvidada, la más pobre y con la que la clase política tiene gran deuda, pero pasa el periodo de rebusque de votos (proselitismo), y las cosas continúan igual en Rionegro.
Una de esas promesas es la vía, la tan famosa troncal del Rionegro y que comunicaría al nuestros municipios con la ruta del sol, si bien hay que reconocer los esfuerzos financieros de las últimas administraciones departamentales en la vía, también hay que decir que llevará décadas lograr una vía en buenas condiciones por nuestra topografía.
Ahora bien, ¿es la vía para automóviles la que desarrollara la provincia del Rionegro cundinamarqués? Con respeto por la postura de la clase política tradicional, que apropósito ha venido permeando al político joven (ojo jóvenes), pongo en duda este tipo de vía como vía del desarrollo, necesaria si, urgente sí; pero para el verdadero desarrollo, los invito a que miremos las potencias mundiales, si bien cuentan con vías 5G, lo que realmente los ha desarrollado son las vías férreas, y nosotros sí que las necesitamos, incluso, más que un país europeo, recordemos nosotros tenemos la capacidad productiva en el centro del país y el puerto marítimo está a mil kilómetros, atención: mil kilómetros.
Rionegro merece desarrollo (como no lo han prometido políticos por décadas), y solo lo lograremos en la medida que podamos unir el centro del país con el puerto de Santa Marta pasando por Rionegro, y ello solo los conseguiremos a través de una línea férrea que a propósito, está en Zipaquirá y la Dorada Caldas. ¿Por qué unir esta línea férrea por Rionegro? Porque la línea férrea no sólo permitiría sacar la carga del centro del país a Santa Marta y el mundo, también porque con el tren los jóvenes del Rionegro podrían acudir a la oferta educativa de las diferentes facultades ubicadas entre Zipaquirá, Cajicá y Chía y lo harían a bajo costo y volviendo el mismo día a sus hogares; porque el tren fortalecería el turismo, para un citadino seria genial visitar cualquiera de los municipios del Rionegro en tren; porque el café, el cacao, la gulupa y otros productos del Rionegro ya no tendrían que ir a la sabana y luego al mundo, si no que saldrían directamente desde el Rionegro al mundo, al disminuir estos costos logísticos, nuestras frutas serían más competitivas en el mundo, ¡la calidad ya la tenemos¡
Algunos políticos han escuchado mi petición, si bien me tildan de soñador (lo tomo como un cumplido), por tratarse de un proyecto de gran envergadura, debo manifestar que si de verdad la clase política quiere pagar la deuda histórica con el Rionegro, todos, sin importar el color del trapo que avienten, le deben apuntar a que el gobierno nacional a través de la Agencia Nacional de Infraestructura le apueste a unir la línea férrea de Zipa con la Dorada, pasando por Rionegro.
Rionegrenses, soñemos todos, los invito a que esta sea una de las peticiones que hagamos en la próxima contienda electoral, ¿se le apuntan?