Crónica del primer contagio

Dios Ve Noticias se contactó con uno de los primeros casos positivos de coronavirus en el municipio de Pacho; a través de su testimonio, conocimos detalles acerca de esta enfermedad y de cómo afecta no solo la salud física, sino mental, por causa de las innumerables muestras de discriminación por parte de vecinos y personas indolentes e ignorantes ante una situación de la cual nadie está exenta. También conocimos los pormenores de cómo se contagiaron diez miembros de una misma familia, del proceso de recuperación en aislamiento bajo el estricto seguimiento y monitoreo médico.

A continuación, les presentamos este testimonio de vida en medio del dolor de haber perdido a un ser querido, aunado al sufrimiento de no poder despedirlo decorosamente con una ceremonia religiosa como ellos hubieran querido.

De su puño y letra:

Crónica del primer contagio

Por  Johanna Del Pilar Rodríguez Rodríguez

Para el 19 de marzo llega a la finca “La Niña” en la Vereda las Pilas, sector Mochilero, mi tía, su esposo y su nieto; quienes residen en Bogotá; en esta finca vivimos mi mamá, mi hermano y yo. El 24 llega mi primo, la esposa y su hija, ellos deciden venir a pasar la cuarentena, pues se les hace más tranquilo pasar el confinamiento en el campo, que en la ciudad.

Para el día 31 del mismo mes, el esposo de mi tía se siente enfermo y manifiesta un dolor bajo, ya para el siguiente día presenta fiebre de 38 grados, por lo que recurrimos al servicio de la E.S.E Hospital San Rafael de Pacho (H.S.R de Pacho) vía telefónica quienes acuden a nuestro llamado y envían el servicio de ambulancia al sector.

Al esposo de mi tía lo llevan para el hospital, en un estado de lucidez natural, él se encuentra bien de salud, aparentemente ya le había bajado la fiebre, creíamos que para el siguiente día ya estaría de regreso con nosotros.

Por otra parte, la presencia de la ambulancia en mi casa, alarma a los vecinos y empiezan las especulaciones, como: “el no pasen por ese lado que están infectados”,” la familia tal, trajo el virus a la vereda” entre otras agresiones verbales.

Ya estando mi tío en el hospital le toman la prueba del virus e inmediatamente lo aíslan y no le permiten contacto con nadie, únicamente con el personal de la salud, su situación cada día era más crítica, las cosas empeoraron y era más delicado su estado de salud, ya para el 5 de abril sus hijos deciden hacer trámites y remitir para Bogotá para la Clínica Nueva, pues en esta clínica ya había sido tratado hacía cuatro años por una neumonía.

Para el 6 de abril mi mamá presenta síntomas de resfriado, tos y dolor de cabeza; así mismo mi padrastro presenta una leve tos a lo que acudimos nuevamente al H.S.R de Pacho. El día 7 de abril hace presencia la ambulancia con su personal médico, el doctor muy amable con una calidad humana inmensa procede a examinarnos uno por uno, decide llevar a mi mamá al hospital, que no presenta dificultad, sin embargo, por el nexo con el esposo de mi tía y la alta sospecha, se le hacen todos los estudios; así es como la hospitalizan y aíslan a mi mamá, para el día siguiente regresa la ambulancia y lleva a mi padrastro e igualmente le hacen el mismo protocolo, a ambos les practican las pruebas y los confinan por 14 días en una habitación donde solo tienen contacto con el personal médico.

A mi mamá le ordenan radiografía de pulmones donde su resultado no es satisfactorio, debido al uso frecuente de la estufa de leña, en su informe el médico nos cuenta que no ha saturado bien, entonces le suministran oxígeno al 0.5, realmente algo muy leve y que fue necesario por pocos días mientras se regulaba la saturación, a mi padrastro también le toman una radiografía, estas tomas las hacen frecuentemente como control y prevención teniendo resultados favorables.

Ya para el 10 de abril nos llega el resultado de la prueba tomada a el esposo de mi tía en el hospital, para gloria de Dios y alivio de muchos “negativa” realmente este día fue uno de los mejores, ya que creíamos que había terminado la pesadilla, fueron 10 días muy  difíciles que tuvimos que vivir y afrontar, mi familia en una incertidumbre terrible, no sabíamos si nuestro estado de salud iba a empeorar y un miedo constante a que se  manifestaran los síntomas; pero al paso del tiempo también cabía la duda y nos negábamos a tener el virus, pues nuestro estado de salud era normal.

Siempre obedecimos a las directrices decretadas por el señor alcalde Néstor Vicente Ostos Bustos, como el cumplimiento del aislamiento obligatorio; lavado frecuente de manos y uso de tapabocas.

Pero bueno, la felicidad no nos duró mucho; ya estando el esposo de mi tía en la clínica nueva, y, al no ver evolución favorable los especialistas tienen la sospecha, pues los síntomas que presenta apuntan para contagio, deciden tomar de nuevo la prueba; la demora de estas pruebas era de 3 a 10 días. En este caso llega primero la de mi mamá y mi padrastro con un resultado positivo, esto fue para el 11 de abril viernes santo; publican el boletín epidemiológico donde aparecen dos casos nuevos positivos.

Nosotros aún no teníamos certeza si se trataba de mi mama y mi padrastro puesto que en este informe solo publican el género y la edad y lo que logramos evidenciar es que las edades coinciden pero que los géneros aparecían inversos; a lo cual, nos vemos en la obligación de llamar al hospital para que por favor corroboren con la información, en la que efectivamente estos casos se trataban de ellos dos, para el siguiente día nos llega el resultado de la nueva prueba tomada al esposo de mi tía en la Clínica Nueva, la que también arroja positivo, teniendo ahora tres casos positivos en mi familia, y donde el alto riesgo de que todos los que nos encontrábamos en la finca estuviéramos contagiados era eminente, para el 13 de abril vuelve el personal de salud y nos toman las pruebas a los que faltábamos en este caso 7, se hizo un tamizaje, el cerco epidemiológico, donde mi preocupación era grande pues en días pasados frecuentaba diariamente a mi vecina de 92 años y mi temor era que la hubiera contagiado, sin embargo yo trataba de llamarla todos los días y preguntarle cómo estaba, así mismo informarle lo que estaba pasando, de igual manera lo hicimos con las personas que en esos últimos días habíamos tenido contacto y gracias a Dios nadie más resultó contagiado.

Así transcurrieron los días, mi mamá y mi padrastro en el hospital, eso si todos los días teníamos contacto vía telefónica, y nosotros 7 en la casa acogiendo las recomendaciones cuidándonos mucho, con remedios caseros como era tomar bebidas calientes (agua de panela con limón, jengibre, eucalipto, tomábamos un ajo en ayunas, jugo de guayaba con maní, consumo de naranja, arándanos, hacíamos  sahumerios, cada 4 días se lavaba y fumigaba toda la casa, se desinfectaba con cloro todas las superficies con las que más teníamos contacto) entre otros, todo esto para ayudar a combatir el virus y por supuesto fortalecer nuestro sistema inmunológico.

Vuelve la pesadilla para mi familia a pesar de que teníamos lo más valioso en este momento que era la salud, excepto el esposo de mi tía, que por antecedentes de neumonía y un diagnóstico de EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica) no resiste y desafortunadamente falleció el 14 de abril, y empieza todo un seguimiento por parte del Hospital , Alcaldía Municipal, y la EPS en la que nos encontramos afiliados, nos llamaban frecuentemente para saber cómo estaba nuestro estado de salud y si presentábamos algunos síntomas, ya con todo esto no éramos 3 contagiados sino 10 miembros de mi familia y los primeros casos positivos en Pacho Cundinamarca, en donde la sociedad se alarmaba, y especulaba culpando incluso al Alcalde por el incremento de contagios, cuando él no tenía nada que ver, ya que ha procurado combatir de la mejor manera esta pandemia.

Los focos de contagio están en todos lados, depende de los cuidados que tengamos cada uno, nosotros somos los únicos responsables de llegar adquirir este virus, debemos ser más empáticos al menos por estos tiempos de pandemia, mi familia se vio afectada no tanto por la enfermedad si no por el mismo entorno en el que nos encontramos, no voy a generalizar pero si hubo personas inescrupulosas que especularon inoficiosamente, discriminándonos, valiéndose de las redes sociales para difamar, crear pánico y discordia sin conocimiento de causa, sin ni siquiera llegar a imaginarse por todo lo que tuvimos que pasar, que por fortuna no fue nada comparado a lo que se ve a diario en noticias.

Para el 4 de mayo le dan de alta a mi mamá y a mi padrastro al llegar la segunda prueba negativa, lo que indicaba que ya se habían recuperado y podían volver a la casa, eso sí con la condición de que tenían que guardar aislamiento por lo menos 7 días más; así llegaron juntos a la casa de mi padrastro y estuvieron sin contacto físico con el resto de la familia como lo había recomendado el médico; y hasta que la segunda prueba de nosotros llegara; el resultado lo obtuvimos el 6 de mayo, el cual dio negativo para la gloria de Dios; ya todos nos habíamos recuperado.

Hoy en día seguimos acatando y obedeciendo las medidas de prevención ya que corremos el riesgo de volver a contagiarnos, lamentamos profundamente la muerte del esposo de mi tía, a quien no pudimos acompañar en su enfermedad, ni darle un último adiós y damos infinitas gracias, primeramente a Dios y a todo el personal médico por su ardua labor, apoyo y disposición para con nosotros, de igual manera para la Alcaldía Municipal en cabeza del señor alcalde Vicente Ostos por su constante preocupación y a las demás personas que de una u otra manera se solidarizaron con nosotros.

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