Cada día se vierten grandes cantidades de gases de efecto invernadero (GEI) en la atmósfera del planeta, lo cual acelera el cambio climático. Los GEI se pueden generar a partir de diversas reacciones químicas, como las que ocurren en los motores de carros de gasolina y diésel, siendo el dióxido de carbono (CO2) el más famoso. Diversas organizaciones desde hace tiempo están intentando luchar contra este grave problema, pero en el Parlamento Europeo se tomó una decisión radical.
Con 340 a favor, 279 en contra y 21 en abstinencia, la Eurocámara aprobó la prohibición de la venta de vehículos nuevos de gasolina y diésel a partir del 2035. La estrategia le apuesta a la transición a vehículos eléctricos, que, si bien hoy en día son mucho más costosos, con el tiempo se harán mucho más asequibles. Si bien se aprobó en la Eurocámara, ahora cada país que hace parte de esta debe aprobar la medida.