La humanidad ha hecho sus mejores esfuerzos por mejorar las problemáticas mediante acuerdos mundiales desde principios del siglo XX. En el año 2000, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) fijó los llamados Objetivos de Desarrollo del Milenio, con miras a cumplirse en 2015, entre los que estaban, por ejemplo, combatir el VIH/SIDA o Erradicar la pobreza extrema y el hambre.
Como no se pudieron cumplir en totalidad, y enfocando mejor los esfuerzos de un mejor planeta, la ONU reemplazó en 2015 los Objetivos de Desarrollo del Milenio por los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, con la intención de cumplirlos en 2030. Desde ese momento, los avances habían sido positivos. Sin embargo, desde 2020 han ocurrido situaciones que han estropeado los progresos.
Los Impactos negativos como el del coronavirus, cambio climático, la guerra en Ucrania etc. han dejado en un estado preocupante el acceso a la comida, tanto que 24 países (la mayoría africanos) presentan una inseguridad alimentaria gravísima, y las reservas alimenticias mundiales podrían caer históricamente.
Las estrategias para remediar esta situación ya han comenzado a estudiar, empezando por los focos de hambre, mejores estrategias para los pequeños agricultores, quienes son los más golpeados por la carencia de suministros o el alto costo de los insumos debido a situaciones como la guerra en Ucrania.