QUIEN COMO DIOS ?
Sábado 3 de febrero de 2024.
EL PAN DE LA PALABRA PARA HOY
Lectura del Santo Evangelio según San Marcos (6,30-34):
En aquel tiempo, los apóstoles volvieron a reunirse con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado.
Él les dijo: «Venid vosotros solos a un sitio tranquilo a descansar un poco.»
Porque eran tantos los que iban y venían que no encontraban tiempo ni para comer. Se fueron en barca a un sitio tranquilo y apartado. Muchos los vieron marcharse y los reconocieron; entonces de todas las aldeas fueron corriendo por tierra a aquel sitio y se les adelantaron. Al desembarcar, Jesús vio una multitud y le dio lástima de ellos, porque andaban como ovejas sin pastor; y se puso a enseñarles con calma.
Palabra del Señor… R/. Gloria a ti Señor Jesús.
¿QUÉ ME DICE LA PALABRA HOY?
San Marcos nos narra hoy, el regreso de los Apóstoles de la misión.
«LOS APÓSTOLES VOVIERON A REUNIRSE CON JESÚS»
Hay cosas que no describe con detalle el evangelista San Marcos, pero, muy seguramente, los Apóstoles regresaron llenos de alegría, de gozo y de entusiasmo de la misión.
Muy seguramente, llegaron muy satisfechos por todo lo que pudieron vivir y experimentar en medio de tantas personas hambrientas y sedientas de Dios.
También, muy seguramente, muchos de ellos tuvieron que soportar el rechazo de muchas personas, porque, en la misión podemos encontrar de todo: podemos encontrar, gente muy receptiva a todo lo de Dios; pero, también podemos encontrar, gente totalmente indiferente y cerrada a la gracia de Dios.
El volver a reunirse con Jesús, después de una larga jornada de trabajo, significa: «VOLVER A LA FUENTE». Así es….. Jesús es esa «FUENTE DE AGUA FRESCA Y VIVA», en donde usted y yo debemos reabastecernos todos los días: mañana, tarde y noche.
El misionero, el católico, el cristiano, el discípulo o el bautizado, que no regresa a esa «FUENTE VIVA» constantemente, para renovar la gracia, corre el riesgo de morirse en la vida espiritual. Corre el riesgo de caer en la rutina y en el cansancio espiritual. Corre el riesgo de convertirse en un funcionario que simplemente hace cosas por hacer, pero no les saca provecho o no disfruta de lo que hace.
«…. Y LE CONTARON TODO LO QUE HABÍAN HECHO Y ENSEÑADO»
Los Apóstoles nos dan una lección de vida monumental y fundamental. Ellos le cuentan a Jesús todo lo que habían hecho y enseñado.
Usted y yo también estamos llamados a hacer lo mismo cada día. Debemos darle parte al Señor, de todo aquello que vivimos y hacemos en el día a día. A Jesús le agrada que usted y yo le hagamos partícipe de todo, de todo, de todo; incluso, de los tropiezos y de las caídas que tengamos en el camino. Eso es muy normal. A Jesús le gusta que le contemos nuestras experiencias dulces y también las amargas. Es precisamente de esas experiencias, que debe brotar el diálogo con nuestro Señor o la oración de cada día.
Cuando le contamos a Jesús todo lo vivido en el día a día, Él nos ayuda a crecer en la fe, en la esperanza, en la confianza, en el amor y en el abandono. Crecemos en amistad con Jesús. Creemos en la intimidad con Él. Crecemos también en sabiduría y en todos los dones del Espíritu Santo. Además, este es también un modo de expresar nuestra gratitud con Dios.
«VENID VOSOTROS SOLOS A UN SITIO TRANQUILO A DESCANSAR UN POCO»
Hermosa invitación de Jesús. Ella es para usted y para mí. No la desprecies. Busca cada día un lugar tranquilo en tu casa para orar y para descansar en los brazos amorosos del Señor. Retírate del bullicio del mundo y busca el silencio y la calma, para que te reencuentres consigo mismo y con Jesús.
Ese sitio tranquilo, puede ser tu habitación. Pero no te encierres a ver televisión o a chatiar. Enciérrate a orar y a meditar la Palabra de Dios.
Ese lugar tranquilo, puede ser el jardín de tu casa. Allí el Señor te hablará a través de la belleza y la fragancia de las flores.
Ese sitio tranquilo es sin lugar a duda, el templo, la parroquia, la casa de Dios. Allí podrás vivír la Santa Eucaristía y alimentarse de la Palabra del Señor.
Ese sitio tranquilo, es también la capilla de adoración perpetua, en donde vive Jesús Eucaristía las 24 horas y que se encuentra muy seguramente cerca de tu casa. Tal vez nunca la visitas. Tal vez la tienes abandonada. Tal vez no le sacas tiempo. Tal vez, sacas tiempo para todo, menos para Jesús. Tal vez has olvidado, que es gracias a Dios que tú lo tienes todo: la vida, el techo, el vestido, el alimento, el trabajo, la salud, la familia, los hijos, el aire que respiras, el agua, el sol, las oportunidades, la inteligencia, tus estudios, tu carrera. ¿Has olvidado todo eso?
Ese sitio tranquilo, puede ser un retiro espiritual. ¿Cuánto hace que no vives un retiro espiritual de dos o tres días? ¿Sabes qué es eso? ¿No sabes? Un retiro espiritual es la mejor oportunidad para alejarse de la cotidianidad y del ruido del mundo, para encontrarse con Dios. Muchas personas han recobrado el sentido de sus vidas en un retiro espiritual. Muchos matrimonios se han arreglado o han renovado su amor y su promesa de fidelidad hasta la muerte, cuando han vivido esta maravillosa experiencia.
«PORQUE ERAN TANTOS LOS QUE IBAN Y VENÍAN, QUE NO ENCONTRABAN TIEMPO NI PARA COMER».
Es verdad. Siempre habrá trabajo de sobra. Pero, a pesar de tanto trabajo y de tanta necesidad pastoral y laboral, no podemos descuidar nuestra relación con Dios. El tiempo para la oración y para el encuentro con Dios, debe ser lo prioritario. Para un padre de familia o para cualquier cristiano, lo prioritario no puede ser el trabajo; debe ser la oración diaria. Para un sacerdote, lo prioritario no puede ser celebrar una Eucaristía o confesar: debe ser la intimidad con Jesús. Para un religioso lo prioritario no pueden ser los trabajos apostólicos; debe ser la intimidad con Jesús. Es de la intimidad con Jesús, de donde brota la eficacia para realizar todo. Sin intimidad con Jesús, cualquier trabajo o cualquier labor pastoral, es vacío. No tiene sentido. Es en pocas palabras, un hacer por hacer. Amén.
PIENSA, MEDITA, REFLEXIONA Y SACA CONCLUSIONES.
¿Te gusta descansar en los brazos de Jesús o en los brazos de quién?
OREMOS:
Dios mio: me pongo en tus manos y descanso en el Corazón de María Santísima, bajo su amparo. Amén.
Padre Nuestro… Ave María… Gloria.
NO OLVIDES:
- Orar cada día el Santo Rosario.
- Confesarse y comulgar.
- Hacer una obra de misericordia.
- Ayudar a la Santa Iglesia Católica en sus necesidades.
- Visitar el Santísimo al menos una hora por semana, en la capilla de adoración más cercana.
ENVÍANOS TUS INTENCIONES.
(Wattsap: 3213918758 CS Colombia)
Con gusto las ofreceremos en la Santa Misa.
EL PAN DE LA PALABRA ES PARA COMPARTIRLO. No te quedes con este regalo. Compártelo a tus amigos, familiares y contactos. Ellos lo necesitan.
Hoy te bendigo y en ti bendigo: tu familia, tu salud física y espiritual, tus proyectos y anhelos.
EN EL NOMBRE DEL PADRE Y DEL HIJO Y DEL ESPÍRITU SANTO. Amén. Amén. Amén.