Tan pobre ha sido el aporte del detenido que el ente acusador presentará esta misma semana el escrito de acusación que le quita los beneficios del acuerdo.
El escandaloso caso por lavado de activos y enriquecimiento ilícito que atraviesa el hijo del presidente, Nicolás Petro Burgos, está a punto de dar un giro inesperado que cambiará por completo las reglas del juego y las posibilidades del investigado.
Según información extraoficial, en las oficinas de la Fiscalía General de la Nación está preparando un escrito de acusación que confirma que finalmente el hijo del presidente se negó a colaborar con la justicia y seguirá un proceso sin preacuerdos con el ente acusador.
A esa información respondió hasta el nuevo abogado de Nicolás, Stewing Arteaga, quien aseguró que tanto el equipo jurídico como el imputado estarán listos para enfrentarse a dicho escrito si la Fiscalía así lo quiere.
Lo curioso del caso es que el hijo del jefe de Estado se había mostrado muy abierto a negociar con el ente acusador y a salpicar a nuevos implicados hasta la visita de su padre, el presidente Gustavo Petro.
En agosto, Petro acudió a su hogar personal para hablar un par de minutos luego de que lo dejaran en libertad y desde ahí Nicolás Petro parece estar más callado con su caso.
Como es bien sabido, Petro Burgos fue capturado e imputado por esos dos delitos tras ser señalado de recibir alrededor de 1.000 millones de pesos de manos del exnarcotraficante Samuel Santander Lopesierra y el político relacionado con paramilitares Alfonso ‘el Turco’ Hilsaca.
Dichos dineros habían sido entregados con la intención de financiar la campaña del presidente Gustavo Petro pero, según Nicolás y su exesposa, Day Vásquez, esos montos no fueron reportados ante las autoridades ni ante el entonces candidato Gustavo Petro, por lo que ellos se quedaron con la mayor parte de esos fajos de billetes para lucro personal.
Así las cosas, Nicolás Petro terminó por aceptar durante esos días que estuvo capturado para responder ante las autoridades que sí había recibido esos dineros de manera irregular y que, incluso, una parte pequeña de esas “donaciones” sí fue a parar en asuntos de la campaña.
De hecho, fue justo con esas declaraciones que Petro Burgos y su defensa intentaron negociar un preacuerdo con la justicia en el que él delataría a varios empresarios y políticos más inmersos en ese entramado de corrupción a cambio de beneficios jurídicos y reducción de penas.
¿Nicolás Petro ya no colaborará con la Fiscalía?
Para ese entonces, el hijo del presidente dijo que había decidido “iniciar un proceso de colaboración donde me referiré a nuevos hechos y situaciones que ayudarán a la justicia”. Todo eso, según dijo él, para tener el bienestar de su familia y su hijo, un bebé que nació hace poco como fruto de su relación con la actriz Laura Ojeada.
Pese a ese compromiso, Nicolás Petro no ha entregado las pruebas que se comprometió a dar ni ha asistido de manera oficial a la Fiscalía para firmar el principio de oportunidad e iniciar su colaboración con la justicia.
Tan pobre ha sido su aporte, que por eso el ente acusador presentará esta misma semana el escrito de acusación con el que dejaría sin efectos ese “acuerdo” de palabra en el que Petro Burgos se había comprometido a aportar.
Si Petro Burgos no llega a ningún acuerdo, los juristas calculan que su condena sería por alrededor de 15 años de prisión por esos dos delitos de lavado de activos y enriquecimiento ilícito.
Fuente: Pulzo