El exministro de Salud hace denuncias alarmantes y confiesa que siente tristeza, angustia e incertidumbre ante el futuro del sistema de salud que se implantará en el país.
Señor exministro Ruiz: estuvo al frente de la cartera de Salud bajo el gobierno anterior. ¿Qué ha entendido de la anunciada reforma de la salud?
Muy poco. El Ministerio de Salud se ha especializado en lanzar documentos de los cuales después niega paternidad o maternidad. Han sido solo anuncios: que van a acabar las EPS, o que presentarán un modelo con énfasis preventivo.
Pregunta clave: ¿Qué pueden perder los ciudadanos en cuanto a su derecho a la salud?
Treinta años de desarrollo y aprendizaje en un sistema de salud, en procesos de atención, de servicios, de provisión de medicamentos y de insumos para la adecuada atención. Los sistemas de salud son supremamente frágiles; con decisiones equivocadas entran en crisis fácilmente, y lo peor es que sus desenlaces se miden en mortalidad y morbilidad. Estamos jugándonos decisiones sobre la política social más importante de este país, porque es la única que realmente cubre 51 millones de colombianos.
El presidente Petro asegura que el nuestro es uno de los peores sistemas de salud del mundo. Para usted, que viene de manejar el sector, debe ser una afirmación muy dura, pero además, irónicamente, para el exministro de Salud y ahora de Educación de Petro, Alejandro Gaviria.
Lo más grave es qué es lo que se busca afirmando que tenemos uno de los peores sistemas del mundo, lo mismo que el manejo de la pandemia. Creo que es generar zozobra e incertidumbre.
El Gobierno anticipa que la mayoría de las EPS son muy malas y que probablemente las van a cerrar. Y como quedarían muy poquitas funcionando, serían incapaces de absorber a toda la población de colombianos que va a quedar sin ese aseguramiento, ergo, el sistema fracasó
Y salió otro anuncio. Que las EPS van a concentrarse en la atención de la población de clase media y alta. El Gobierno ve que no hay ambiente en la opinión para acabar el sistema de aseguramiento. Entonces, se está buscando variar hacia otro escenario, en el cual las EPS se transformen en proveedoras complementarias de servicios de aseguramiento. Lo más grave de eso es que volveríamos a un sistema de hace treinta años, donde había una salud de los ricos, de clase media para arriba, con posibilidad de tener acceso oportuno a servicios y tecnología, y una salud para los pobres, como fue la de los hospitales de caridad hasta principio de los años noventa, antes de la Ley 100. Eso sería lo más inequitativo y denigrante para la población.
Pero a la ministra Corcho también hay que evaluarle su gestión en estos cien días de gobierno. Por ejemplo, hablemos de las vacunas. Usted dejó un plan de vacunación en marcha, pero ellos dicen que eso está totalmente incompleto y lleno de negociaciones chimbas. ¿Eso, cómo es?
Colombia está casi en el puesto 100 de mortalidad por covid durante el último año. Eso indica que el país tiene una cobertura de vacunación bastante amplia, que se logró durante nuestra gestión. Lo que tienen hacer ahora es avanzar, manteniendo obviamente la vigilancia sobre el covid.
La vacuna del mono no la hemos visto…
Absolutamente preocupante; si para cualquier nueva situación que nos llegue tenemos un Ministerio muy dubitativo y muy poco estructurado para la toma de decisiones frente a los riesgos…
¿Será que nada de eso se puede, cuando la prioridad es el activismo político?
En temas avanzados, como la seguridad sanitaria y la producción de vacunas en Colombia, hoy hacen anuncios, pero no se avanza. Nosotros dejamos una política de seguridad sanitaria, que no se instrumenta mayormente. Dejamos una política de interoperabilidad, por ejemplo, de la historia clínica, y no vemos prácticamente ningún avance. Increíble que no se haya conformado, después de cien días, la nueva comisión de regulación de precios de medicamentos. Y todo porque falta el integrante que debe nombrarse desde la Presidencia de la República. La ministra sale en el Congreso a decir que la política de medicamentos es obsoleta, pero no ha estructurado ni siquiera la propia comisión para tomar las decisiones.
Y ya se empieza a notar la escasez de medicamentos, incluso esenciales…
Y el ministerio es tremendamente simplista. Decir, no, cámbienlos por medicamentos genéricos. ¿Dónde están? ¿Cuál es la capacidad de provisión de ellos? Salen con este anuncio de Drogas la Rebaja, sin ninguna estructura de fondo.
¿Qué es lo que van a hacer con la cadena de droguerías de los Rodríguez Orejuela?
Supuestamente, respaldar el modelo preventivo-predictivo; montan una cadena de provisión utilizando la estructura de Drogas la Rebaja. Pero su propia representante legal dice, y no la han podido refutar, que ella ya tiene un acuerdo legal firmado con la SAE, que les entrega la gestión y administración. La SAE responde entonces que van a firmar un memorando de entendimiento… Eso indica que estamos lejísimos de cualquier posibilidad de ese estilo. Mientras tanto, el ministerio no ha conformado la comisión de precios de medicamentos, y no se ha tomado decisión de cómo abordar la problemática de desabastecimiento. Simplemente, al Invima lo veo paralizado.
FUENTE:EL TIEMPO.