En homenaje al producto insigne del municipio, y por lo que además es conocido Pacho como la capital naranjera de Colombia, se abre al público el nuevo parque de la Naranja, un nuevo y renovado espacio para los habitantes y visitantes, quienes con el crecimiento del pueblo demandan mayores áreas para la recreación y el esparcimiento para los peatones, quienes representan el 66% de la población, según los estudios del plan de movilidad.
Pacho Cundinamarca es conocida como la capital naranjera de Colombia, durante muchos años fue potencia en la producción y venta del cítrico, con el pasar de los años su comercialización ha disminuido.
Una obra que logra, conservar, remodelar y recuperar el espacio público, manteniendo y modernizando la estética urbanística en unidad con el parque 25 de agosto, ya que conserva detalles de este y se plantea como una extensión del mismo: Contiene diferentes atributos artísticos en el detalle y los diseños de planeación, la armonía de la estética urbanística frente al ahora su hermano el mencionado parque central, donde el acabado de centro imita una media naranja en su eje central si se mira desde arriba, en los cuales los espectadores contemplan el universo de la armonía en sus detalles de similitud, como los acabados del piso, las pérgolas de cubierta para crear sombra, la estrategia de diseño, los ejes de los senderos que empatan de los dos caminos de los parques y la mitificación de los conceptos del arquitecto Cheo Gómez.
Hechos Concretos, una apuesta de la administración de Ronald Rangel, la cual, en colaboración con el gobernador Jorge Rey, logran llevar a cabo una ambiciosa obra para el disfrute de propios y foráneos, entre los acabados y decoración se visualiza a primera vista el nombre PACHO (“Padre Bueno” en lengua indígena) en mayúscula sostenida, acompañado de un corazón con el escudo del municipio.
Las esculturas de bronce de tamaño real en homenaje al campesino pachuno; un hombre y su yegua que inmortalizan el personaje de Miguelito “Patecuazuela” su esposa Teresita y una carga de naranjas que evocan los antiguos jardines de la población, en donde era infaltable el “palo de naranja” aunado al monumento escultural recuperado y renovado de la naranja en honor a la fruta en medio de una fuente de agua que simboliza el jugo que sale de esta; igualmente se adecuaron sillas y una pérgola para que los visitantes puedan sentarse a la sombra y disfrutar de este punto de encuentro; cabe resaltar el alumbrado de la plazoleta, el cual es solar y estratégicamente distribuido, lo que garantiza no tener puntos oscuros para mayor seguridad y estética.
Parque de la Naranja en cifras: 810 metros cuadrados intervenidos; 66% de los habitantes se movilizan a pie (peatones); Inversión de $ 1.400 millones de pesos, así: $ 1.308.411.214 costos directos e indirectos de la obra y la interventoría por $ 91.588.785; $0 Cero costos en energía (alumbrado público con energía solar), seis casetas para reubicación de vendedores históricos del sector.
Y al final en el sentido sur del parque se encuentra un homenaje al bicentenario de la independencia y al primer alcalde de Pacho Macario Rojas, así como al escultor Jorge Hernán Barragán y al Arquitecto Eliseo “Cheo” Gómez quienes participaron del proyecto con su arte.
Interesante reseña de lo que es y significa el «parque de la naranja» nuevo espacio público de recreación pasiva en nuestro Municipio, los comentarios históricos y del diseño nos permite entender la dimensión y el significado que quiso transmitir su diseñador Eliseo (Cheo) Gómez Qpd. a quien por obvias razones siempre recordaré y admirare.